Puedes contar con una excelente idea o un grandioso negocio, pero si no puedes transmitir eso a un público, no puedes generar el impacto necesario para que esa idea se retenga en su memoria. Se debe tratar de cuidar hasta el último detalle.
- Prepárate con los instrumentos necesarios. La imagen de una empresa no lo es todo, pero definitivamente dice mucho, si causas una mala imagen es muy complicado cambiarla, por eso el ideal es que estés totalmente preparado con todo lo que ocuparías en tu presentación: folletos, planificación, proyector, puntero laser, etc. Muchos de estos materiales puedes conseguirlo económicos y rehusarlos en otras ocasiones, por lo cual se convierten en una maravillosa inversión que le da profesionalidad a tu empresa.
- Ten claro tu objetivo. Define qué quieres conseguir con esta presentación (un nuevo proveedor, ampliar tu plataforma, conseguir un préstamo, dará conocer un nuevo producto, etc.) y a quien debes dirigirte, de esta manera podrás adaptarte a sus expresiones y costumbres y empatizar con tu público.
- Apoyo visual: Aunque seas un experto en el tema y te encuentres ante un público especializado en él, necesitas apoyo visual, ya sea una presentación en diapositivas o el tener cerca de tu stand unos folletos con información relevante. Está demostrado que las personas retienen mejor aquellos que pueden ver con sus propios ojos.
- Tic tac, debes cronometrar. No hace que cronometres hasta el último segundo, pero si te conviene tener en cuenta los tiempos y procurar en la medida de lo posible no pasarte. Cronometrar también te ayudara a despejar dudas ya que tendrás la información mejor organizada y serás más claro en tus explicaciones, claro que una ronda de preguntas al final nunca sobra.
- Debes de tratar de mantener el contacto visual con tu público, eso los hace sentirse implicados en lo que estás diciendo, realiza también algunas preguntas para que puedan sentirse participes de tu oratoria, despierta su curiosidad y mantén el interés. Si existe confianza con el público puedes recurrir a algunas bromas o anécdotas de forma que puedes internalizar con tu público objetivo.
Cumpliendo estos puntos, podrás hacer excelentes presentaciones y conseguir las metas que te propongas.
